Hace unos días veía en Facebook y después en algún blog de los que sigo la iniciativa de una tienda valenciana para normal la lactancia reivindicar los espacios públicos para el amamantamiento.
Se trata de la campaña de marketing de Nanu-facture un negocio cuyos responsables definen como "una tienda que vende ropa y cosas para bebés, pero que va dirigida a papás y mamás que no han perdido el criterio estético después de tener hijos".
Al parecer tienen todo lo necesario para criar a un bebé hasta los dos años, pero siempre siguiendo el criterio de la naturalidad en las relaciones con el bebé.
La defensa de la lactancia materna forma parte de su filosofía, por lo que han lanzado la campaña "El mundo es mi sala de lactancia", que, como decía al principio, pretende sacar a las madres lactantes de los armarios y de las lúgubres salas de lactancia habilitadas en muchos lugares públicos, para defender el amamantamiento como un acto bello, natural, intrínseco al ser humano y que se debería desarrollar con total normalidad en cualquier lugar público o privado.
La iniciativa me pareció bonita y muy interesante ya que, más de una vez, hablando sobre el tema de la lactancia materna nos habíamos lamentado del poder de las empresas fabricantes de leche artificial a la hora de promocionar y publicitar sus productos, frente al poco interés de cualquier organismo y autoridad por promover, utilizando los mismos canales y herramientas la lactancia materna... Y, cuando me enteré de esta noticia, me pareció como si alguien hubiera cogido esa misma idea y la hubiera dado una vuelta de tuerca para hacerla aún más atractiva e interesante.
La campaña de la tienda valenciana ha comenzado con la utilización del escaparate de la tienda como sala de lactancia. Para aumentar la repercusión de la iniciativa, Nanu-facture ha diseñado unas curiosas bolsas reutilizables con el eslogan de la campaña "Esta es mi sala de lactancia", que convierte de forma discreta y fashion a las mamás en activistas en pro de la normalidad de la lactancia materna allá donde vayan.
Me gustó mucho la estética de las fotos, muy moderna y actual con colores ácidos y un aire de hiper-realidad muy atractivo.
Como hoy me decía otra mamá, esta imagen es especialmente significativa porque aleja la lactancia de esos clichés de mamás y bebés vestidos de blanco, con gasas, organzas y un aire retro, demodé y decadente que no hacía precisamente atractiva la opción de la lactancia materna a las personas que se acercan por primera vez a este mundo.
En fin, que me quedé con las ganas de una bolsa de marras... Y digo me quedé porque leí que las comercializaban por 2,5 euros, pero teniéndolas que enviar desde Valencia, pues los gastos de envío iban a ser más que la propia bolsa...
Pero ¡¡¡Sorpresa!!! Hoy he ido a recoger un pañal de tela que le había encargado a Elena (Monitos y Risas) y me ha obsequiado con una de estas bolsas... ¿Tiene poderes mágicos y me ha leído el pensamiento o es que va a resultar que no soy la única que se ha quedado ojiplática con esta campaña?
Me decanto más bien por lo segundo. En cualquier caso, ¡Gracias Elena! ¡Gracias Nanufacture! Y a ver si sigo descubriendo iniciativas tan interesantes como esta para poder contaroslo aquí.
Hola, estaba buscando información para publicar en mi blog una entrada sobre el yodo en la lactancia y he dado por casualidad con tu blog. Me ha encantado. He leido unas cuantas entradas, y me ha gustado mucho como lo tienes organizado y como lo redactas. Además por lo que he leido hasta ahora creo que somos de la misma opinión.
ResponderEliminarViva la lactancia materna!
Viva el coger a tu hijo en brazos!
Gracias por crear un blog tan completo, envidia de mas.
Espero seguir leyéndote.