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miércoles, 15 de diciembre de 2010

La letra escarlata

Hoy mi hijo ha salido marcado del colegio. No, no ha sido un mordisco, un arañazo o un moratón como se podría deducir de la expresión. Ha salido con una cara triste dibujada en la mano, con las palabras "No se" encima y "pega" debajo... Todo ello en mayúsculas, que su profe ya explicó en la última reunión que de momento "sólo" estaban aprendiendo las mayúsculas en clase.

Darío me lo ha enseñado mientras estaba en el "reparto", cuando salen todos de la clase (los que no se quedan a comedor), se ponen junto a la pared, y la profe los va entregando a sus papás o cuidadores. Yo le he preguntado si había pegado, que él ya sabía que no se pegaba, y me ha dicho que no, aunque con todo el jaleo que se monta a la salida del cole, el tráfico y demás, pues no hemos podido hablar hasta que hemos llegado a casa.

Los hechos
Me ha comentado que un compañero de clase tenía una moto que era suya (me imagino que mi hijo había estado jugando con ella anteriormente) y que le había dado un tirón del jersey y el otro nene había gritado. Aunque, luego, cuando ha llegado su padre, ha recordado que habia mordido también a otra compañera. La verdad es que me he quedado un poco a cuadros al enterarme de la situación al completo. Lo primero porque la situación, habiendo sido tensa y habiendo llegado a la agresión, no es como para ponerle ya el cartel de "maltratador", "pegón" o "agresor".

Lo segundo por la reacción de la profesora. No solo le ha marcado con una letra escarlata a lo infantil, sino que, además, le ha llevado a la clase de al lado y, para más inri, le ha tachado la carita sonriente que le debía de haber pintado por hacer algo bien. Vamos, que ya les empiezan a inculcar un sistema en el que si haces algo mal todo lo bueno que hubieras hecho antes queda por completo invalidado.

También me ha parecido un poco excesivo el tema de refuerzo negativo: te quito el premio, te pongo una marca castigo y, además, te hecho de clase, cuando yo considero que hubiera sido más apropiado otro tipo de acción. Yo creo que lo más adecuado hubiera sido que la profesora le hubiera explicado que además de no pegar (o morder) tampoco hay que usar la fuerza (tirones, empujones) con los demás y que es mejor negociar para conseguir algo que intentar obtenerlo por la fuerza. Le hubiera enseñado que su amigo y su amiga estaban dolidos físicamente ("ves que le has hecho pupa y está llorando") y, además, tristes y apenados por el modo en que les había tratado y hubiera intentado llegar a un compromiso con él.

Alternativas
Y no se trata de asilvestrar a mis hijos o no ponerles ningún límite como he leído en el post de La mamá vaca (genial intervención, por cierto, de PapadeAlex en los comentarios; yo, de mayor, quiero ser como él) sino de aplicar la misma estrategia que utilizo en casa cuando pasa... Y pasar, pasa... Y además muy a menudo porque con sus tres años Darío se enfrenta a una hermanita de 13 meses que le coge sus cosas, se las lleva, se las cambia de sitio, se las chupa y se las muerde, se las rompe, etc...

Tanto mi marido como yo usamos una aproximación a lo Faber y Mazlish (a veces, porque otras nos sale darle un grito, reconozcamoslo), reconociendo que está enfadado y tiene derecho a estarlo porque su hermana le ha quitado algo, pero que la mejor manera de recuperarlo no es pegarla sino ofrecerle otro juguete, pedirle el que le ha quitado o esperar a que se canse de él y lo suelte.

Hay y ha habido que repetirlo mucho. Pero la buena noticia es que funciona y que cada vez menos le sale el grito airado y la mano voladora y cada vez son más las veces que le oímos decir "Toma Diana, juega con este muñeco".

Poner etiquetas
Está claro que no se puede pasar por alto una agresión, ya sea mi hijo la víctima o el agresor. Pero considero que tampoco es cuestión de ir poniendo etiquetas en los niños, tachándolos de "malos" sin darles explicaciones y sin ofrecerles alternativas para solucionar los problemas ya que, en una situación similar, no creo que el niño se pare a pensar que mejor no va a pegar al compañero porque si lo hace le van a pintar una carita triste.

Yo, personalmente, creo que es más probable que se acuerde de que si pega o muerde a un compañero le va a hacer daño y se va a poner triste y no va a querer jugar con él por una temporada y que eso le haga reflexionar sobre otras manera más "apropiadas" de lograr lo que quiere o de lidiar con la emoción que desencadena la actitud agresiva.

Está claro que en un entorno con 23 niños es complicado prestar una atención individualizada a cada niño, explicándoles el porqué de las cosas y las consecuencias de los propios actos y enseñándoles a ser responsables de sus propias actitudes y emociones... Pero de ahí a resolverlo todo con caritas sonrientes y caritas tristes, va un mundo.

Vale que el primer día que el nene salió con una pulsera de lazo de premio para consolarle por haberse tenido que quedar en el cole aunque él hubiera preferido irse a casa con mamá me hiciera gracia, vale que sonriera cuando mi hijo me explicaba que la carita sonriente de su mano era por haber sido el segundo en terminar el almuerzo (aunque yo no comparta que haya que comerse toda la comida todos los días ni tampoco que haya que hacerlo lo más rápido posible), pero de ahí a darle la vuelta a la tortilla y marcarlos con caras tristes por sus malas acciones... Me da la sensación de que hemos cambiado la manzana para el bueno de la clase y las orejas de burro de los tebeos de tiempos pretéritos por gomets de colores y símbolos/etiquetas de quita y pon... Eso sí, todo ello aderezado de buenrrollismo que no hace más que ocultar teorías psicológicas de lo más rancio.

En fin, que todo el suceso también me ha recordado a este fin de semana y la enriquecedora charla que tuvimos con Elena en Cucú-Tras (Alcorcón), sobre las agresiones infantiles, como entenderlas, gestionarlas y ayudar a nuestros hijos a canalizar su agresividad (o los sentimientos que le llevan a ella) sin recurrir a la violencia o bien, en el caso de los agredidos, a demostrar el rechazo a la agresión... Con lo fácil que hubiera sido recurrir a la técnica de la cara triste y el no se pega :-(

8 comentarios:

  1. No se si sabes que la A escarlata es un símbolo ateo.
    http://outcampaign.org/
    Yo estaría encantadísimo de llevarla (¿sería una contradicción muy grande pedirme una camiseta de estas para Reyes?). Por cierto, te debo un post y creo que va a ir sobre este offtopic que te acabo de colar.

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  2. No se porqué pero me da sentimiento de rabia pensar que me pasara a mi eso de que me marquen las manos en el cole, ya sea para bien o para mal. Espero que los críos espabilen y se compren pronto un rotu para falsificar los graffitis corporales de la profe o por lo menos para pintárselas ellos con monigotes antes de que lo hagan otros con caras tristes o etiquetas chungas!
    Javier

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  3. Me parece muy bien loque comentas, y en mi casa intento siempre explicarle las cosas y tener paciencia (como tu dices, siempre se te escapa un grito) pero también entiendo que los profesores no estan dispuestos a sentarse a explicarle a cada niño que pega el porqué no se hace. Aunque no estaría nada mal.
    También va con la edad, que aunque no quieran tienen que pasar por eso, si se lo enseñamons no lo hacen más y hay que estar pendiente de ello.
    Yo también encuentro demasiado lo que le han hecho, si quería la profe con que le hubiese dado la cara triste me parecería correcto, no hay que quitarle la carita sonriente ni hacerle más

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  4. Twychy: siempre te la puedes pedir para Papá Noel... o para el día de porque yo lo valgo.

    Javi, ja, ja, está muy bien lo que comentas. Le voy a enseñar a Darío a dibujar caritas alegres (a lo Acid House) en las manos de todos sus compis, para chafarle el metodito conductista a la profe.

    Estanjana, pues yo creo que se gastan las mismas energías en ir a buscar el rotu, pintarle, tacharle el otro dibujo y llevarle a otra clase que en explicarle rápidamente las consecuencias de su agresión... Que tampoco se trata de darle un sermón al niño.

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  5. Eloisa, a mis hijos tambien les dan premios y le hacen pintadas cuando se portan bien, pero cuando se portan mal, menos mal, solo te mandan una nota para que sepas que en niño no se ha portado muy bien. Yo la verdad es que no atiendo mucho a las notas, porque los niños son niños, y me imagino que los mios, que son dos, en clase de ingles son un show, que cuando uno sale, el otro tambien, pero si me hacen al niño lo que le han hecho al tuyo, simplemente me planto en clase y pido una entrevista, haber por qué aplican este tipo de refuerzos. En fin, que igual no tienen tiempo de explicar las cosas como deben, pero igual era mejor bajar la ratio de 23 a 13 y asi si daba tiempo a atanderles mejor, pero es cuesta dinero.

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  6. Ja, ja, Gema... Entonces, siguiendo esa misma regla de tres, cuando se porten mal en casa tu le mandas una nota a la profesora en plan "Por orden del señor alcalde, se hace saber..."

    Bueno, para otro día dejamos la costumbre que hay en algunos coles de separar a los gemelos y ponerlos en distintas clases, porque ya me parece el colmo... Así, por decreto ley, toda la vida juntos, desde el útero y por coj***es tiene que ir a clases separadas...

    Menos mal que los tuyos tienen más suerte y pueden hacer trastadas en compañía, que así son más divertidas.

    Sería estupendo que bajaran el número de alumnos a 13... ¿Crees que me lo traerán los reyes majos si se lo pido?

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  7. Eloisa, yo tengo a los peques juntos, en una clase de 23 niños, con una sola profe, sin apoyo ni nada. Menos mal que este año tienen cuatro horas de ingles y hay dos profes que se dividen la clase, porque la montan todos los dias. En cambio los mayores fueron separados desde el principio, con la mala suerte que a Fran le toco una profesora que no habia dia que no estuviera mala. Tuvo durante los tres años de infantil como cinco profesoras distintas, en primero tuvo una muy buena, y en segunda otra malisima, que provoco que tuviera que repetir debido a una falta de asistencia del equipo de apoyo de pedagogia y logopedia. Le dieron tratamiento en el ultimo trimestre y me lo hicieron repetir porque no iba nada bien. En cambio su hermano tuvo la suerte de tener a una profe estupenda todo infantil, y en primero y segundo la misma. Me arrepiento de no haber dado la matraca por este tema, porque han salido perdiendo. Si hubieran ido juntos otro gallo hubiera cantado. Aqui no hay politica justa, sino lo que mejor conviene a la administracion. Ese año habia dos clases de 3 años y los separaron, en el curso que entraron los peques habian reducido una unidad y no les quedo otra que acoquinar. Una pena, la educacion publica en España, una pena.

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  8. Totalmente de acuerdo con la pena de Educación que tenemos, aunque creo que la responsabilidad de la educación de los niños es de los padres... Deberíamos de hacer algo para solicitar una educación acorde a nuestras creencias.. es algo triste que en casa actúes de un modo y en el colegio hagan otra cosa totalmente distinta, que pensará al niño? podrá distinguir entre los dos modos de educación? Pienso que se fiará de sus padres y entonces... podrá pensar porque lo llevan sus padres al colegio?
    En fin, mi hijo tiene 14 meses y comienzo a preocuparme mucho por estos temas... 23 niños pequeños para una sola persona? Eso si que es familia numerosa!!

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