martes, 25 de enero de 2011

Lactancia y fitoterapia

Alfalfa (medicago sativa).
Se me acumulan los temas de los que quiero escribir y cuando parece que tengo dos minutos seguidos, aparecen tres o cuatro más con prisa y urgencia. Este es uno de esos temas "urgentes". No es que corra peligro de vida o muerte el hecho de que escriba o no sobre el tema, sino tal vez el hecho de quitármelo de la cabeza en plan "desahogo" y permitirme el seguir adelante con mi rumbo blogueril.

En fin, que el viernes pasado ofrecí una charla sobre Baby-Led Weaning (BLW) a través de la Asociación Besos y Brazos de Navalcarnero (Madrid). No es que yo sea enfermera, pediatra o similar, sino que la ofrecí desde mi modesta situación como madre que ha practicado el método, que ha leído el libro de Gill Rapley en el que se basa el mismo y que ha traducido (con mayor o menor éxito) un par de documentos sobre BLW que podéis encontrar enlazados en varios lugares de esta página.

En fin, que la charla fue amena, transcurrió muy bien, los enanos se lo pasaron genial jugando unos con otros y los papás resolviendo dudas y aportando un poco entre todos lo que sabíamos de este método más respetuoso de introducir la alimentación complementaria.

Alimentos que producen leche
Al final hicimos una ronda de preguntas y era inevitable resolver también alguna duda sobre lactancia. Una mamá me preguntó sobre si se tenía que seguir tomando el Natalben (o cualquier otro de estos suplementos que nos mandan en el embarazo para engrosar la cuenta de resultados de alguna farmaceútica y el rappel de algún ginecólogo) y le respondí que no, que solo yodo (no muy sorprendentemente, había más de una madre lactante que no tomaba suplemento de yodo... todavía).

Luego me comentó que también estaba tomando alfalfa. Que se lo habían recetado durante el embarazo por anemía, para contribuir a fijar bien el suplemento de hierro que también le habían recetado. Y que le habían dicho que se lo siguiera tomando para la subida de la leche.

Ojiplática me quedé. En primer lugar porque era la primera vez que oía hablar de las propiedades de la alfalfa para "fijar" el hierro. En lo que he podido leer sobre el tema me había forjado la opinión de que había nutrientes que facilitan la asimilación del hierro (como la vitamina C) y otros que interfieren con su absorción (como el té), pero nunca había leído sobre alimentos que ayudaran a "fijar" el hierro.

Le comenté el tema de la recomendación de la Asociación Española de Pediatría de suplementar con yodo. Le aseguré que no hay alimentos que hagan que las mujeres produzcamos más leche y le dije que, con respecto a la alfalfa, yo le recomendaría que la dejara de tomar, puesto que no había necesidad por el tema de la lactancia, pero que, en cualquier caso, lo consultara en www.e-lactancia.org.

Medicamentos y plantas
El caso es que ayer, cuando me planté ante el ordenador, me acordé y busqué en la mencionada web la alfalfa y cuál fue mi sorpresa (bueno, no tanta que ya había oído hablar de que podía haber problemas con los "remedios naturales") al descubrir que la alfalfa está calificada como "Riesgo 2" (producto "poco seguro" y "completamente prescindible", para más señas).

Obviamente, enseguida me puse en contacto con las personas que podrían alertar a esa madre sobre el tema de la alfalfa y, defectos que tiene una, me puse a buscar información sobre "remedios naturales" o "fitoterapia" y lactancia.

Contrastar información
Lo primero que descubrí es la cantidad de información poco contrastada que uno puede encontrar cuando busca "fitoterpia+lactancia" en Google.  Podéis probar vosotros mismos, pero uno de los primeros resultados es el de la web Botanical Online, en el que afirman que:

se llaman plantas galactagogas aquellas que contienen propiedades similares a los estrógenos femeninos, por lo que estimulan las glándulas mamarias incrementando la producción de leche en las madres que amamantan con su pecho”
 ¡¡¡Meeec!!! ¡¡¡Error!!! Los estrógenos tienen un papel fundamental en la formación de las glándulas mamarias durante la adolescencia y, precisamente, durante el embarazo, los altos niveles de progesterona y estrógenos impiden la producción de leche (y por eso la placenta retenida puede ser una causa de hipogalactia). Pero es que, además, si durante la lactancia se toma la píldora anticonceptiva normal (basada en un alto contenido de estrógenos) se puede inhibir la secrección de prolactina, con las consiguientes dificultades para la lactancia materna.

Medicinas complementarias y alternativas
En varios de los estudios consultados, se hace alusión a la fitoterapia, acupuntura y otras artes curativas como "medicinas complementarias y alternativas" (MAC). Un artículo presentado en el Congreso Español de Lactancia materna de 2007 (Medicinas alternativas y complementarias y lactancia materna, de J. González de Dios) hace un repaso de estas artes y su aplicación a la lactancia, citando estudios en los que, en el mejor de los casos, la evidencia encontrada es "anedótica" (o sea, nula) y los nulos resultados, en algunos casos, se atribuyen a un tamaño insuficiente de la muestra.

Aunque defiende el uso de las MAC y su aproximación con la medicina tradicional, este autor deja muy claro el extremo que yo quiero ilustrar:
El principio de la prudencia indica que si la planta medicinal no es crítica en la salud de la madre (casi nunca lo será) debe postponerse su ingestión hasta después de la época de lactancia, que es la medida más segura para prevenir cualquier potencial complicación al respecto, lo que no es óbice para que el médico conozco la planta medicinal que toma la mujer y comentar con la madre los beneficios y riesgos que conlleva su ingestión. El consumo moderado de infusiones de plantas habituales es inofensivo durante la lactancia. Sin embargo, su abuso puede ser perjudicial para el lactante o puede disminuir la producción de leche. Algunas plantas contienen productos tóxicos y tomadas en cantidad o tiempo suficiente, podrían dañar al lactante, como la alfalfa, amapola, anís estrellado, anís verde, artemisa, boj, boldo, caulofilo, corenzuelo, efedra, eucalipto, fucus, hinojo, kava, nuez moscada o salvia.

No son aconsejables las mezclas de plantas, así como las de composición y efectos mal conocidos. Hay pocos estudios acerca de la seguridad de las MAC en el período de lactancia, principalmente realizados con la hierba de San Juan (Hypericum perforatum) en la lactancia, dado que es una planta que se ha utilizado a menudo para el tratamiento de la depresión postparto: en un estudio, realizado sobre 33 madres que tomaron la planta medicinal frente a un grupo control de 101 madres sin medicación, se han descrito efectos adversos significativamente más frecuentes en los que tomaban la hierba de San Juan (dos niños con “cólicos”, dos con “somonolencia” y uno con “letargia”); en otros estudio, se encuentran bajas concentraciones de los principios activos de la planta (hipericina e hiperforina) y ausencia de efectos adversos en la madre y el hijo a corto plazo, constatándose en el estudio la necesidad de estudios a largo plazo.

Dignificar las MAC
Y lo que yo quiero ilustrar no es ni más ni menos la indignación que me produce el hecho de que algunos profesionales se tomen a la ligera la recomendación del uso de plantas. Si estas son usadas por sus propiedades terapeúticas, al fin y al cabo, se las está considerando como una medicina y como tal deberían tratarla, tomando en consideración sus efectos adversos y contraindicaciones... Pero hay un falso sentimiento de seguridad en el que parece que "lo natural" es inócuo e infensivo (y a la vez cura, ¡qué contradicción!).

Pues no, los remedios naturales, la fitoterapia, el abuso de infusiones (no hablan en ningún momento de las famosas cápsulas con el principio activo "concentrado", que es como las venden), tienen efectos adversos y pueden ser perjudiciales para la salud de la madre y para la salud del bebé al que están amamantando.

Además, el hecho de vender una hierba que "aumenta la leche" no hace más que perpetuar el mito de que "algunas mujeres tienen poca leche", fomentando la inseguridad de las madres, que no se sienten capacitadas para alimentar con éxito a sus hijos y tienen que recurrir a "ayudas milagrosas". Si se vende una hierba que "cura las grietas", la madre que recurra a ella tal vez arregle el síntoma (las grietas), pero no podrá arreglar el problema de fondo (mala posición, frenillo, agarre incorrecto, etc.).

No voy a entrar en si estoy a favor o en contra de las MAC, lo que sí digo alto y claro es que si se quieren dignificar las MAC se tienen que tratar como eso, como medicinas: realizando estudios sobre la cantidad de principio activo necesario para tratar un problema determinado, documentando con estudios contrastados los efectos de las plantas, teniendo en consideración todas las circunstancias de la persona que las va a tomar, sus efectos secundarios indeseados, sus interacciones con otros principios activos (ya sean medicinales o fitoterápicos), etc.


Y el que tenga curiosidad, que se revise el listado completo de productos de fitoterapia en e-lactancia y apueste a ver cuántos compuestos encuentra de Riesgo 0.

Difusión
Al final, este tipo de sucesos lo que hacen es poner en evidencia la necesidad de seguir difundiendo información sobre la lactancia. Si no fuera de creencia popular (incluso entre los profesionales sanitarios) que las madres lactantes no pueden tomar ningún medicamento, tal vez no se recurriría tan alegremente a los "remedios naturales".

Si hubiera suficiente información al respecto, no nos encontraríamos continuamente a madres que no toman suplemento de yodo o que creen que tomando pescado y sal yodada cubren sus necesidades y las de sus hijos.

Si trabajáramos todos a una en la difusión del conocimiento más básico sobre lactancia no habría mujeres que creen que necesitan ayudas externas para tener suficiente leche como para nutrir a sus hijos.

14 comentarios:

  1. Súper interesante. Esa falta de confianza tuvo un papel fundamental en mi lactancia fallida.

    Comparto tu post, me parece genial!

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  2. Gracias por este artículo tan completo y esclarecedor.
    Yo voy a ver si sumo otro artículo a tu cuenta de pendientes... el yodo en la lactancia. Yo he encontrado información sobre el yodo en el embarazo, pero no he leido nunca nada del yodo en la lactancia, así que a pesar de que me dijeron que siguiera tomándolo, al final, dejé de hacerlo, después de llevar casi tres años tomándolo a diario. La verdad es que lo dejé porque con dos peques que se llevan poco tiempo la vida se complica bastante y se me pasaba tomarmelo la mitad de las veces, así que inconscientemente terminé pensando que "ya había tomado yodo para dar y tomar y que el cuerpo es sabio y produce lo que necesita". Pero al leer tu artículo se me plantea la duda de porqué es necesario en la lactancia y me gustaría saber también si el yodo se acumula, se gasta "a diario" o como funciona. Voy a ver si encuentro algo por "internete", pero me imagino que mucha gente pensará lo que yo pensé en su momento o simplemente no le habrán dicho nada.
    Es igual que la pediatra cada vez que voy me dice que debería tomar algún complemento vitamínico, que llevo mucho tiempo dando pecho y ahora además a dos niños, pero yo termino pensando lo mismo "el cuerpo es sabio y produce lo que necesito"... no sé, igual soy una inconsciente...
    Gracias por este magnífico blog.

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  3. Yadil,

    Tengo un artículo precisamente sobre el yodo en mi blog. Uno de los primeros que escribí con muchos enlaces e información al respecto.

    http://maternidaddiferente.blogspot.com/2010/07/quien-pone-el-cascabel-al-gato-o-el.html

    Aunque tengo pendiente escribir otro con las dudas que han ido planteando algunas mamás desde entonces.

    Lamentablemente, el cuerpo no produce yodo. Solo lo obtenemos de los productos del mar, pero para tomar la cantidad necesaria a base de pescado tendríamos que tomar como un kilo al día. Lo mejor es acostumbrarse a la sal yodada para toda la familia y complemento de yodo para las embarazadas y lactantes (y 2 o 3 raciones de pescado a la semana).

    Espero que encuentres la información necesaria para aclararte. Y gracias a ti, por contribuir a que este blog siga creciendo.

    Albertina, espero que hayas resuelto ya esos problemas de confianza, porque con lo preciosa y sanota que está Valeria seguro que ya no dudas de tus capacidades como mamá.

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  4. Super interesante!!!
    Es más, me lo copio para mi archivo personal de documentación sobre lactancia.

    Cuanto desconocimiento hay sobre estos temas, por dios! y lo peor es que mucha culpa de ello viene de médicos que no tienen ni puta idea de ello. Y lo peor no es que no lo sepan, sino que se aventuren a dar consejos sin conocer las consecuencias.
    Teniendo internet (entre otro medios) al alcance de cualquiera, estos casos ya son imperdonables.

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  5. Muy interesante. Me interesa mucho el tema de la fitoterapia y soy madre lactante. Estoy muy, muy de acuerdo contigo en que las plantas son medicamentos, y parece que como no van en un frasco y puedes recogerlas gratis en cualquier montaña no entrañan ningun riesgo y no es cierto, hay muchos venenos potenciales vestidos de preciosas flores, que además dependiendo de la dosis en vez de eso pueden salvar vidas, como siempre creo que la información es la clave :).

    Gracias por un artículo tan riguroso.
    Me lo llevo a http://lacasadelasmamas.wordpress.com/ y te enlazo desde allí.... si no te importa :)

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  6. Hola,

    Yo la verdad es que siempre he sido partidaria de la fitoterapia. Tengo en mi casa una balda llena de plantas, y además de utilizar internet para las dudas también tengo algún libro sobre ellas (en el que como cabía de esperar no habla nada sobre lactancia).
    Así que cuando me quedé embarazada, vista la poca información que hay sobre el tema, dejé de tomar infusiones. Incluso ahora, que estoy dando el pecho a mi hija, sigo sin apenas probarlas (alguna manzanilla cuando estuve hace poco con gastroenteritis), y siempre consultando la web: www.e-lactancia.org.

    Muy acertada tu entrada, Eloísa.

    Por cierto, me hubiese gustado asistir a tu charla sobre Baby-Led Weaning, estoy informándome sobre el tema, porque a mi nena le queda mes y medio para empezar con la alimentación complementaria. Lo que nos hace dudar (sobre todo al papá) es que se pueda atragantar.

    Un abrazo

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  7. Socmare, estoy de acuerdo con todo lo que dices. Es que me resulta muy ingenuo que la gente atribuya propiedades curativas a las plantas pero no "efectos secundarios" o "contraindicaciones"...
    Encantada de que lo enlaces en tu blog.
    Un saludo.

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  8. Hola Carol:

    La verdad es que si te gustan las infusiones, supongo que no habrá mucho problema mientras las tomes con mesura. Aunque la verdad es que lo haces bastante bien consultando en e-lactancia.

    ¡¡¡Que pena que no te enterases de la charla!!! Hablamos del atragantamiento, básicamente argumentando que si les dejas a ellos el control raramente se atragantan. Me lo apunto para otra entrada en el blog explicándolo con más detalle.

    Un abrazo y gracias por tu aportación.

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  9. Eloisa
    Pues mirá, yo soy una mamá que con una operación de reducción mamaria efectivamente tiene MUCHOS problemas para producir leche suficiente, y siguiendo las recomendaciones de la Liga de Leche y expertos en el tema he logrado aumentar SIGNIFICATIVAMENTE la cantidad de leche.

    Ahora, no soy experta en el tema, pero si el último libro producido por la Liga de Leche no se equivoca, hay madres que por las razones más diversas (insuficiencias hormonales, deficiencias en el tejido mamario, etc) pueden tener problemas para producir suficiente leche.

    Este libro que te comento (http://www.makingmoremilk.com/) tiene EXCELENTES consejos para producir más leche y curiosamente hace referencia al hinojo y alfalfa como apoyos durante la lactancia.

    En fin, que evidentemente nada está escrito en piedra y principalmente en campos como el de la lactancia y "producción de leche" donde hay tan poca investigación aún hay espacio donde mujeres como yo, que tenemos serios problemas para dar de mamar, encontramos espacios de apertura para nuestras necesidades.

    Abrazos

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  10. Hola Nuria:

    Gracias por tu visita y por tu comentario. Entiendo a la perfección tu problema porque, recientemente, he estado acompañando a una mamá con problemas de hipogalactia por una operación mamaria, aunque en su caso era de aumento de pecho y probablemente relacionada con una hipoplasia.

    Yo, en ningún caso, he dicho que no haya mamás que tengan problemas para tener leche. La hipogalactia verdadera existe y se da en casos como el que he comentado en el post, la placenta retenida (por los estrógenos y la progesterona). Aunque es cada día un poquito más frecuente por casos como el tuyo (aumento o reducción mamaria), las causas médicas que lo producen no llegan al 1%... Entonces de ahí que se insista en que todas las mamás tienen "suficiente" leche para su hijo.

    No sé en que se basan las autoras del libro para recomendar la alfalfa y el hinojo... En qué estudios o recomendaciones. Con la búsqueda que he hecho yo (que en ningún caso pretende ser exhaustiva, solo he googleado un poco), no he encontrado ninguna propiedad de la alfalfa por la que pueda ser galactogoga y de hecho su contenido en fitoestrógenos no tiene por qué ayudar a producir más leche.

    Si al final la causa de la hipogalactia es hipoplasia por falta de estrógenos en la adolescencia o edad adulta o escoso desarrollo de los conductos del pecho, pues tiene sentido tomar estrógenos y el hecho de recomendar alfalfa (que son fitoestrógenos) para contribuir al desarrollo conductual, por ejemplo... O en tu caso, en el que una cirugía haya podido dañar los conductos, para fomentar su recanalización... Pero, todo ello, sabiendo cómo los estrógenos pueden interferir con la prolactina y el mecanismo de producción de la leche... Y cómo podría afectar al niño la cantidad que llegue por la leche (si es que llega).

    Al final, si recomiendo a todas las madres que consulten e-lactancia para comprobar la inocuidad de cualquier medicamento, no puedo recomendar que tomen cualquier "hierba" alegremente, pensando que, por ser natural, no da ningún problema.

    Al hablar de galactogogos, el libro que me comentas trata, en primer lugar, los galactogogos farmaceúticos... que son los que yo tengo el placer de conocer... y aún así no recomiendo a ninguna madre que los tome, sino que le comento la posibilidad y le recomiendo que hable con su médico para que se lo recete y dosifique.

    En fin, que, desde luego, en ningún caso quería con mi post negar las necesidades de las mamás con hipogalactia verdadera que, además, luchais por vuestra lactancia como leonas. Y de hecho hablo de que si se quiere dignificar el papel de este tipo de "medicamentos naturales" hay que tratarlos, como eso, como medicamentos y no como remedios mágicos sin efectos secundarios...

    Y, obviamente, tampoco hay que recomendarlos para madres que no tienen problemas en el establecimento de su lactancia... Igual que no recomendarías tomar un protector estomacal a alguien que tiene su estómago perfectamente sano sólo "por si acaso".

    Un saludo y espero que sigamos leyéndonos.

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  11. Teta, me salté responderte. Me alegro de que te haya gustado... Tal mal me parece recomendar estas cosas así, por las buenas, como cada vez que me acuerdo del dentista que me hizo una endodoncia y me dijo que normalmente recetaba analgésicos y antibióticos, pero que, como yo estaba dando el pecho, me tenía que aguantar con la infección y el dolor si aparecían... ¡Qué pena no haber conocido la web del Hospital de Denia para habérsela restregado por los morros!

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  12. Eloisa
    Revisando el libro, para el caso de la alfalfa que es el que te interesa, advierten cuidados para personas con historial de lupus o que toman inmunosupresores. Entre las cualidades benéficas señalan: "diurética, estimulación mamaria, apoyo pituitario, calcio, hierro, nutritiva: vitaminas A, C, E, K

    Ahora, en mi caso no es solo "fomentar" la recanalización porque mucho del tejido mamario fue destruido, entonces claro, no solo recanalizar. Los efectos de una reducción son bastante diferentes a un implante

    En fin, si te interesa te puedo traducir más detalles de lo que se refiere a la alfalfa. Este sitio de Low Milk Supply (ampliamente recomendado por la Liga de la Leche en muchos idiomas) no dice mucho de la alfalfa, pero entre los pocos galactogogos que tiene si lo señala (el libro hace referencia a MUCHOS más)
    http://www.lowmilksupply.org/alfalfa.shtml

    Un abrazo

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  13. Hola a todos,

    En el libro de Herbal Medicines de Barnes habla de la alfalfa, sus componentes químicos, sus acciones farmacológicas, sus contraindicaciones y un apartado especifico de su uso en el embarazo y la lactancia. Ademas tiene apartados de los estudios realizados, con sus artículos científicos indexados y la referencias existentes en farmacopeas, que para este caso la mas conocida es la británica BHP 1996. Os recomiendo el libro, ademas hay una versión en PDF que podéis encontrar en la red. Tengo mas libros sobre fitoterapia y estoy totalmente de acuerdo en tratar a estos como medicinas, pues es la base farmacológica, la imitación del compuesto biológico eliminando interferencias.

    Un saludo
    Silvia

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  14. Hola Silvia,

    Muchas gracias por tu recomendación.

    A ver si me hago con el libro que comentas para echarle un vistazo.

    Un saludo.

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