El hábitat natural del bebé es el cuerpo de su madre. |
He barajado varías definiciones de hábitat, pero me ha gustado esta especialmente porque en ella además de usarse los conceptos tradicionales de lugar de residencia y desarrollo de la vida de un organismo, habla de comodidad y cumplir con las expectativas.
Teniendo en cuenta esta definición, ¿Cuál sería el hábitat natural del bebé? Cierto es que la especie humana y gracias al desarrollo de la inteligencia y de la cultura se ha adaptado a todo tipo de entornos. Pero en el bebé recién nacido no hay cultura, no hay aprendizaje y el cerebro no está plenamente desarrollado. Un bebé es puro instinto y, como tal, nace con unas expectativas que debe cubrir su hábitat natural.
El hábitat del bebé occidental
Y, entonces, me vuelvo a preguntar ¿Cuál sería el hábitat natural del bebé? No, no voy a responder todavía, sino que voy a analizar los variados lugares donde "colocamos" a los bebés hoy en día, esperando que estén contentos y felices:- Una cuna.
- Una cuna junto a la cama de sus padres.
- Una cuna en otra habitación.
- Un moisés.
- Una minicuna.
- Un carrito.
- Un cuco.
- Una hamaquita.
- Una trona.
- Una incubadora (que no deja de ser una cuna con mucha tecnología).
Volviendo a nuestra pregunta inicial, ¿Qué necesita el bebé? ¿Cuál es el hábitat adecuado en el que se cumplen todas sus expectativas y en el que tiene todo lo que necesita para sentirse a gusto, seguro y feliz (calor, comida, amor)? Pues, ni más ni menos que el cuerpo de su madre.
La opinión del doctor Nils Bergman
Hace ya varios años que el doctor Nils Bergman, sudafricano especialista en documentar las ventajas del método madre canguro, pronunció por primera vez esta popular frase: "el hábitat natural del bebé es el cuerpo de su madre".Hoy en día, acostumbrados a las cunas y los carritos y a los típicos consejos de algunas visitas postparto ("no lo cojas que se va a malcriar"), cada día es más raro ver a un bebé en brazos de su madre. Pero no debemos perder de vista que esta realidad era así hace apenas tres o cuatro generaciones.
Desde que el ser humano se desarrolló como cazador/recolector hasta principios del siglo XIX, lo normal era que cuando un bebé nacía se mantuviera constantemente en contacto con su madre, en brazos, en un portabebé y durmiendo en la cama familiar por las noches. La evolución necesita cientos de generaciones para que los organismos se adapten a pequeños cambios en el medio ambiente, pero en tan solo tres generaciones en el mundo industrializado hemos pasado de "la teta al biberón" y del hábitat natural del bebé (el cuerpo de su madre) a un hábitat extraño (una cuna).
Estos cambios puede que sean "demasiado" para los límites de adaptabilidad del bebé y pueden crear problemas tanto a corto como a largo plazo. De hecho, cuando cualquier cría mamífera (incluída la del ser humano) es arrancada de su hábitat natural, se desencadena una reacción idéntica y preprogramada que se ha denominado "repuesta de protesta/desesperación".
Repuesta de protesta/desesperación
La respuesta de protesta es una actividad intensa cuyo objetivo es permitir al bebé recuperar su hábitat. En el caso del bebé humano, la respuesta de protesta consiste en llorar. Si no logra volver a su hábitat, pasa a la respuesta de desesperación, que trata de maximizar las probabilidades de supervivencia ante la situación de privación: la temperatura del cuerpo baja y el ritmo cardiaco se reduce, debido a un aumento masivo de las hormonas del estrés.Así pues, los bebés en el cuerpo de su madre crecen y se desarrollan con normalidad, pero fuera de su hábitat natural simplemente sobreviven.
Los trabajos del Dr. Bergman se refieren al método madre canguro, pero yo los haría extensibles al punto de vista de cualquier recién nacido, ya sea prematuro o no: "Si lo pudiéramos simplificar al máximo posible, lo que nos diría un recién nacido sería:
- Cógeme.
- Aliméntame.
- Ámame".
La aportación de Winnicott
Bergman es el autor de la frase más llamativa, aunque no lo es menos la argumentacion que propone Donald Winnicott, pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés, que afirma que “un bebé no puede existir solo, sino que esencialmente es parte de un vínculo”.“El bebé existe siempre con alguien más; una mamá que lo corporaliza, lo construye, lo invita amorosamente a vivir, la que cumple la “función materna”, que debe ser lo suficientemente buena para garantizar su salud física y psíquica”.
La alternativa ecológica
Pero, ¿en algún sitio tendré que llevar a mi bebé cuando vaya a la compra? Porque hoy en día resulta prácticamente imposible ir a ningún sitio sosteniendo un bebé en brazos. Es una objección cierta, pero hay alternativas fáciles y sencillas al hecho de separar al bebé de nosotros para llevarlo en un carrito.Un portabebé es la solución ideal, económica, ecológica y mucho más barata que uno de los tecnológicos carritos que parecen necesarios hoy en día para convertirse en una buena madre. Una bandolera de anillas o aprovechar una tela para mantener a nuestro bebé pegadito como hacen en las culturas más tradicionales.
Con un portabebé la madre puede mantener su ritmo de vida sin separarse de su bebé, atendiendo a las necesidades más básicas del recién nacido. Y aquí tenéis dos buenos ejemplos de ello:
La eurodiputada Licia Ronzulli. |
Una mamá africana. |
Me ha encantado la frase "El hábitat natural del bebé es el cuerpo de su madre". Sólo hace falta ver la paz y la tranquilidad que les coge cada vez que los cogemos en brazos. DEsde los más bebés hasta los niños que ya no lo son tanto.
ResponderEliminarEfectivamente yo creo que el mejor sitio de un bebé es en el pecho de su mamá y así deben de sentirse arropados y queridos. Aunque cada vez es más y más complicado poder hacer esto.
ResponderEliminarCuanta verdad.
ResponderEliminarMi nena está todo el día en brazos, y menos mal que por ahora no hemos tenido muchos comentarios en contra.
Yo que te puedo decir... el sábado probamos el Mei-Tai de PequeñoJedi con mi SobriEwok de dos años y medio, que por cierto es un terremoto y no para quieta... bueno, hasta que se la puso su tio Obi-Wan a la espalda que estuvo de lo más tranquila y sonriente; su madre flipaba en colores; hasta tal punto que si me da tiempo le haré uno para ellos, si no se comprarán uno; jiji, otros que han caido (después de tres carritos a cual más caro).
ResponderEliminarTus entradas siempre me emocionan!!!!
ResponderEliminarPOr supuesto que es la madre el mejor habitat. No cabe ninguna duda.
Que mania tiene casi todo el mundo por alejar a los niños de su medio natural, ya sea su madre o su padre.
Siempre tendiendo a lo artificial. Que triste!
Parece mentira que algo tan obvio se nos haya olvidado.... y cuanto dolor gratuíto está provocando este olvido.....
ResponderEliminarSandra, el mérito no es mío... je, je, lo mío es casi hacer solo copypate o juntipegui :D La pena es que hoy en día tenga que decir un médico estas cosas para que algunos se lo crean... ¿Tanto nos hemos alejado de nuestra esencia?
ResponderEliminarSuu, tú mejor que nadie sabes lo bien que está tu Bichito en la tetita de mamá. :D
Carol, bueno, en tu caso, la Manduca seguro que alivia bastante la presión de tener que ofrecer el contacto que necesita el bebé y compatibilizarlo con el resto de labores del día a día.
Leia, ya sabes, otros nombres de los portabebés son "el manos libres" o "el somnífero" :D ¡Qué bien que tu SobriEwok vaya a disfrutar también del porteo!
LA TETA REINA, ja, ja... Gracias por emocionarte conmigo y junto a mi.
María, yo creo que la marea está cambiando. Cada vez más madres son más receptivas al mensaje "cógele todo lo que quieras", "dísfruta de tu hijio". :D
Un post genial!! Como dices menos mal q cada vez somos más las madres receptivas. Me ha hecho mucha gracia lo del desfile de trastos XD La habitación que en un futuro será de mi bebé ahora es un trastero casi inescrutable lleno de peeluches, cunas y trastos! jajaja, menos mal que el armario lo puse en la entrada sino no podría sacar la ropita ;)
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