"La separación es lo peor que le puede ocurrir a cualquier recién nacido", así de tajante se muestra el Dr. Nils Bergman en su documental "Restaurar el paradigma original" que vi y debatí ayer en una inmejorable compañía como conmemoración del Día Mundial de los Derechos del Nacimiento.
Bergman explica a lo largo del documental que, en lo que al recién nacido respecta, solo se pueden distinguir dos habitats: la madre y otro. En el habitat "madre" su nicho (o comportamiento) será el de mamar, mientras que en el habitat "otro" su reacción será de protesta-desesperación en un intento de lograr de nuevo atraer a la madre y maximizar así sus posibilidades de supervivencia.
Crecer o sobrevivir
"O vamos a desarrollarnos [en el habitat madre] o vamos a sobrevivir [en el habitat otro], o vamos a vivir o vamos a morir", otra frase impagable de Nils Bergaman a la hora de poner de manifiesto la importancia del lugar en el que debe estar un recién nacido... Y va aún más allá, ya que Bergman afirma que la imagen del recién nacido desvalido que necesita de la ayuda externa para cualquier cosa está trasnochada y más que superada, ya que "la criatura puede cuidarse a si misma en todos los aspectos" mientras que esté en su habitat natural.
El habitat influye en la oxigenación, el calor, la nutrición y la protección (física, neurológica e inmunológica) que necesita el bebé para desarrollarse. Todo ello lo obtiene el recién nacido nada más salir del útero, siempre que se le ponga en contacto piel con piel con su madre.
Metodo madre canguro
El contacto piel con piel no solo tiene beneficios para el recién nacido, sino que también tiene notables efectos sobre la madre: impulsa el comportamiento maternal, disminuye la incidencia de ingurgitaciones y mastitis, contribuye al empoderamiento de la mujer y hace que mejore su autoestima y su sensación de competencia al poder cuidar de su hijo.
Al hilo de este último aspecto surgió un debate sobre cómo cambia a las mujeres el hecho de negar el paradigma de separación y, en cambio, mantener una relación de apego y cercanía corporal con su bebé. En este sentido, teorizábamos sobre si los cambios que se producen en el cerebro con la maternidad (mayores conexiones entre el sistema límbico o cerebro primitivo y el neocortex o cerebro racional), se ven maximizado por el contacto directo y continuado con el bebé, mejorando esta conexión emocional con nosotras mismas.
La ironía era que esta conexión con el cerebro primitivo que iría encaminada a una "animalización" o "mamiferización" del pensamiento femenino se transforma en actitudes como mayor empatía por el sufrimiento ajeno, más implicación con los niños y bebés en general, cambio en el sistema de valores, más interés por lo inmaterial frente a lo material, más interés por las personas y menos por las cosas... y, en cambio, nos referimos a ello como que nos hemos "humanizado" o vuelto "más humanos", cuando, precisamente, lo que define al ser humano es la "racionalidad" que relativizamos en esta nueva situación.
Cero contraindicaciones
Volviendo al documental, Bergman señala que en los cientos de ensayos que se han realizado sobre el método madre canguro y el contacto piel con piel con el bebé, no se ha detectado absolutamente ningún "efecto adverso" para este método y que los resultados son superiores a los obtenidos con incubadoras en todos los aspecto. Así, Nils Bergman propone su cambio de paradigma, señalando que no es el médico o la incubadora el que cuida del recién nacido, sino que si dejamos al bebé en su habitat, está perfectamente capacitado para cuidarse por si mismo.
El documental aporta también datos interesantes sobre cómo la lactancia materna es el eslabón necesario para completar el embarazo fuera del útero, una necesidad específica del ser humano, ya que nacemos, aproximadamente, 12 meses antes de lo que sería necesario para alcanzar un grado de madurez cerebral similar al de otros mamíferos.
Perspectiva
De entre la multitud de conceptos presentados por Bergman, me quedaría con dos más:
- El bebé y la madre son una Diada. No son dos personas separadas, sino que son un solo ser continuando la gestación. Por eso él no habla de "método canguro" sino de "método madre canguro", ya que no se debe separar jamás a la madres de la criatura.
- La incubadora, el biberón y la leche de vaca son lo anormal para el bebé humano, por muy frecuente que sea. Debemos reexaminar lo que consideramos "normal" y poner las cosas en perspectiva, reclamando el contacto piel con piel, el pecho materno y la leche humana como lo normal y natural para el ser humano cuando se desarrolla en su habitat.
Qué bonito! Gracias por recordarnos todos los beneficios del método madre canguro. No conocía el nombre ni sabía que era tan bueno pero cuando lo viví en propia piel sabía que no podía ser nada malo. A mi hijo me lo tuvieron que quitar nada más dármelo porque no respiraba y me quedó una extraña sensación. Mi hija la pude tener encima al nacer y es curioso pero la sensación, la escena, el tacto, todo, lo tengo grabado a fuego
ResponderEliminarSandra... ¡Qué paradójico que todavía hagan esas cosas! Justo una mamá que vino ayer decía que se llevaron a su hijo mayor porque hacía apneas (no respiraba bien) cuando Nils Bergman dice que en contacto piel con piel las apneas desaparecen y mejora la saturación de oxígeno. ¿Cuánto habrá que esperar para que los profesionales sanitarios asuman esto? El vídeo es de 2001 (hace diez años) y el método madre canguro se "inventó" en los años 70.
ResponderEliminarEn el caso de mi hijo fue algo más grave que una apnea. En cuanto estuvo fuera de peligro me lo devolvieron pero ese primer instante lo perdí. Creo que, si no hay peligro para el bebé es importantísimo ese contacto primero. Conozco a muchas madres que pidieron explícitamente que no se los dieran porque les daba manía con tanta suciedad, en serio, como lo oyes. De hecho en mi hospital te lo preguntaban antes de nacer el bebé. Hay muchos profesionales que no lo permiten pero también muchas madres que lo rechazan. Como siempre, me ha encantado tu entrada (y cuanto rollo he metido ;p)
ResponderEliminarEl caso de la mamá que estaba con nosotros era una apnea y se quedó completamente alucinada cuando oyó lo que se comentaba en el documental sobre las apneas. En tu caso, estoy segura de que, en cuanto os reencontrasteis, recuperasteis el tiempo perdido...
ResponderEliminarLo de la suciedad me parece de traca, pero hay gente pa' to'.
Un documental imprescindible.
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