Tan horrorizada me quedé por este relato de maltrato psicológico a una madre, de abuso de poder, de vulneración de los derechos de los más pequeños y, sobre todo, de ignorancia y prepotencia entre los profesionales sanitarios en cuyas manos dejamos la salud de nuestros hijos, que decidí que lo mínimo que podía hacer era darle difusión a esta denuncia.
Buscando, encontre el contacto del grupo de lactancia al que acudía la madre que firma la carta y logré hablar personalmente con ella (gracias, M.), para darla mi apoyo y pedirle permiso para publicar su carta en mi blog. Ella amablemente me lo cedió y coincidimos en que darle difusión a este tipo de situaciones es lo mínimo que podemos hacer para contribuir al cambio.
Si algún funcionario, consejero o persona mínimamente situada en puestos de decisión lee esto, por favor que reflexione sobre la pesadilla que vivió esa madre y sobre cómo se traduce esa vivencia en términos de calidad asistencial, no solo para la madre sino para el bebé. Y que investigue las razones por las que en una unidad de neonatos desconocen "evidencias científicas" que tienen bastantes años de antiguedad, como las ventajas del método madre canguro y el contacto piel con piel.
En fin, os dejo con las palabras de estos padres, con la esperanza de que los supuestos profesionales del Hospital Cruz Roja de Córdoba se empiecen a poner las pielas y felicitando a todas esas personas que, como mínimo, supieron tratar con respeto y empatía a M., a M. y al pequeño V., que no olvidemos que es la víctima de todo este desatino.
Dña. M. G. P., con DNI XXXXXXXXX, y D. M. A. J., con DNI XXXXXXXXX, padres de V. A. G., afiliados de MUFACE y ex afiliados de la compañía de seguros médicos ASISA,
EXPONEN:
Que el martes 24 de enero de 2012 a las 18 horas ingresa V. en el hospital Cruz Roja de Córdoba con el diagnóstico de bronquiolitis, tras ser visitado por el pediatra O. C.
Que se precisa poner al paciente en aislamiento mientras se espera el resultado del análisis de la mucosidad nasal para determinar si existe contagio por VRS.
Que en ese momento la madre, pues el padre no estaba presente, indica que el paciente, de 38 días de edad, se encuentra a base de lactancia materna exclusiva y a demanda, por lo cual se solicita al doctor O. C. el ingreso junto a su madre para poder seguir amamantando a demanda, tal y como recomienda la AEPED incluso en casos de aislamiento (http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/19.pdf y http://www.e-lactancia.org/ped/protocolos/ped05-Bronquiolitis.htm no indican en ningún momento que para aislar al paciente tenga que haber separación forzosa de la madre).
Que el doctor O. C. contestó a la madre que, aunque no era posible el ingreso junto a la madre, se le permitiría entrar a la sala de neonatos donde el paciente fue ingresado en el interior de una incubadora para continuar con lactancia a demanda y que incluso se le avisaría cada vez que el paciente llorase para acudir a amamantarle.
Que una vez ingresado el paciente en la sala de neonatos no se permitió a la madre amamantar al paciente, ni siquiera tocarlo, y que ante las preguntas de la madre, que además estaba siendo presa de un ataque de ansiedad, la enfermera que en ese momento estaba atendiendo (M. C.) le dijo que era una “radical de la teta” y que debía atenerse a las normas de neonatos, ofreciéndole a continuación el extractor de leche eléctrico de la sala para que pudiera extraerse leche materna y dársela en un biberón y explicándole de muy malas formas que sólo podía entrar cada tres horas y por la noche no podría entrar. Había en el mismo turno otra enfermera cuyo nombre los padres desconocen que no paraba de decir en los días posteriores que la madre “tenía poca leche” y el paciente “tenía mucha hambre”.
La madre en ese momento solicitó y después insistió diciendo que no daba su consentimiento para que le dieran nada que no fuera su leche, ni siquiera chupete, para evitar el riesgo de confusión pezón/tetina, a lo que la enfermera contestó que esa noche se lo iba dar fuera o no fuera la madre “de ésas de la lactancia”, porque la que tenía que “aguantarlo llorando” por la noche era ella. Tras aguantar un rato de lo que bien podría llamarse maltrato psicológico diciendo que ella no tenía leche porque no salía nada con el extractor, que la leche se retira si no se deja descansar al pecho durante mínimo dos horas, y otras falsedades parecidas, la madre afirma que sí tiene leche de sobra, que ya amamantó durante dos años a su hijo mayor, y que por favor no le dijeran más cosas erróneas sobre lactancia. Finalmente dijo que ella era socia del Grupo de Apoyo a la Lactancia AlMamar, lo que desembocó en una serie de mentiras y burlas por parte de las enfermeras (“yo también soy de ellas”, “éstas de la lactancia se creen todo lo que les cuentan”). Después de tanta presión y considerando el estado de nervios y vulnerabilidad en el que se encontraba, la madre accede a que se le dé chupete y a que por la noche se le dé leche artificial debido a la imposibilidad de seguir sacándose leche, y las enfermeras de ése turno acceden a darle la leche extraída en jeringuilla en lugar de en un biberón (más adelante la madre accedería también al uso del biberón para evitar conflictos con otras enfermeras de neonatos).
Al día siguiente, 25 de enero, la doctora Z. examina al paciente, confirmando que lo que tiene es bronquiolitis y que el virus VRS es positivo. La madre, escudándose en la Carta Europea de los Niños Hospitalizados (http://www.pediatriasocial.com/cartaeuropea.pdf), en la Ley de Autonomía del Paciente (http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l41-2002.html#a8), en el protocolo a seguir con los bebés infectados de bronquiolitis según la AEPED (http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/19.pdf), donde en ningún momento contempla la separación madre-bebé, así como en que el paciente sobrepasa la edad límite para estar en neonatos, solicita a la Dra. Z. que el paciente continúe bajo aislamiento en habitación junto a su madre para poder continuar con lactancia a demanda. Parece ser que a la Dra. Z. debió parecerle una intromisión porque humilló a la madre con las siguientes frases, riéndose, en mitad del pasillo, a voces, y dirigiéndose a las enfermeras que estaban dentro de la sala de neonatos:
“Yo también soy socia de la Liga de la Leche, soy de las pioneras en temas de lactancia, pero a mí me avalan mis 40 años de experiencia, no los libros ni los grupos de lactancia, os creéis todo lo que os cuentan en las reuniones, pero la realidad es muy distinta”.
“A éstas locas de la Liga de la Lactancia se les ponen los niños malos por llevarlos a las bodas y por darle el pecho en la calle, el niño siempre en casa y abrigadito, ¿estamos?”
“La lactancia materna está muy bien pero para la casa, no para la calle. Los bebés deben estar siempre resguardados en casa”.
La Dra. Z. no hizo sino demostrar una vez más su ignorancia en cuanto a lactancia materna, haciendo gala de desconocimiento de su propia profesión, como se puede leer en la propia web de la AEPED:
http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/recomendaciones
http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/preguntas-frecuentes
También los padres quisieran destacar que la primera noche ya se dijo a la madre que no podía seguir sacándose leche en la sala de neonatos porque ella misma era un peligro de contagio para los niños prematuros, y al preguntar la madre si existía algún lugar tranquilo donde poder extraerse la leche le dijeron que podía hacerlo en la sala de espera. Lamentamos desconocer el nombre de las enfermeras que estaban en ese turno. Evidentemente, la madre no se extrajo leche en la sala de espera, sino en el baño de la tercera planta, lamentando muchísimo tenerlo ocupado durante tanto tiempo, ya que tampoco le daba tiempo de volver a su casa para extraerse allí. Otras enfermeras invitaron en días posteriores a la madre repetidas veces a extraerse leche dentro, para estar más cómoda, pero la madre declinó las invitaciones porque no se sentía cómoda con la presencia de las enfermeras que le habían dicho que no podía.
Los padres también quisieran poner en conocimiento que, una vez que la madre pudo dar lactancia materna directamente del pecho, cuando el virus ya era negativo, se utilizó en neonatos el método de la doble pesada para saber cuánto había comido el paciente. Por supuesto, como casi siempre que se usa este método, “el niño no ha comido nada”, “debe comer más”. El método de la doble pesada ha ido cayendo en desuso desde que se comprobó que “En un período corto, las variaciones accidentales del peso y los errores de medida son tan grandes en relación con el aumento esperado que es imposible valorar el resultado. Salvo casos concretos que requieran un control exhaustivo (…) es inútil (y se presta a grandes errores) pesar al bebé más de una vez al mes” (Carlos González, Un regalo para toda la vida). Para documentarnos más podemos remitirnos de nuevo al enlace sobre preguntas frecuentes de la AEPED.
Al igual que los padres han deseado poner en conocimiento la mala actuación de una parte del equipo de neonatología, también desean que se conozcan los nombres de las enfermeras que, aunque eran de la misma opinión que la doctora Z.., hablaron siempre en tono normal y respondieron con normalidad a las preguntas de los padres, sin infantilizar ni tratar como ignorantes. Estas enfermeras son A., M. J. e I., de neonatología, y M., de pediatría, y también algunas más de las que sentimos muchísimo no recordar los nombres.
Partimos de la base de que nadie obró de mala fe, sino deseando ante todo la curación del paciente. Lo que denunciamos en esta carta es el desconocimiento en cuanto a lactancia materna y la importancia de que la madre y el bebé estén juntos, así como las frases humillantes que la Dra. Z. dedicó a la madre, sin darse cuenta de que los grupos de lactancia están realizando gratis el trabajo que corresponde a los pediatras. Tampoco nos ha parecido normal que el paciente estuviese en una incubadora, podía haber estado aislado en una habitación.
LO QUE SE DEBERÍA HABER HECHO
Primeramente, ingresar al paciente en una habitación junto a la madre. Si esto no fuera posible por cualquier razón, asumir que este hospital no cuenta con los medios necesarios, no tiene UCI pediátrica, y trasladarle inmediatamente al hospital Reina Sofía, que sí cuenta con UCI pediátrica y los medios para realizar el tratamiento sin incumplir ningún derecho del paciente.
LO QUE LOS PADRES DESEAN QUE SE HAGA
Que este hospital actualice y forme al personal de pediatría y neonatos en lactancia materna en las nuevas y actualizadas teorías científicas que evidencian los beneficios de no separar a la madre del bebé (método canguro, no usar la doble pesada, teoría del apego, lactancia a demanda, etc.).
No es la primera queja de esta familia en cuanto a este hospital; más bien es la última de una larga serie que se remonta a varios años atrás y que causó el paso por varias compañías de seguros médicos concertados con MUFACE. Sin embargo, esto ha sido la gota que colma el vaso y es por ello que los padres han cancelado su afiliación a ASISA, pasando a formar parte del INSS.
Los padres advierten que esta carta se enviará también a MUFACE, a ASISA, y a diversos medios de comunicación. También será publicada en medios de comunicación de masas, tales como redes sociales, blogs y foros diversos.
Y, para que quede constancia, los padres del paciente firman la presente carta, en Córdoba, a 30 de enero de 2012.
Joder, me he quedado helada. Qué impotencia, de verdad, qué horror. Lo siento muchísimo, de verdad, me puedo imaginar el sufrimientos de Miriam y Manuel, pero sobre todo el de Víctor.
ResponderEliminarMi hijo fue ingresado y tuve la suerte de que ya tenía más de 30 días para hacerlo en una habitación, con su madre al lado y durmiendo en un sofá ambos. Las enfermeras me ayudaron y me apoyaron en todo momento y le tomaban la temperatura mientras dormíamos ambos en el sofá. Pero sé que en neonatos de este mismo hospital no me habrían dejado estar 24 horas.
Lo siento y me apena muchísimo lo que les ha pasado.
La verdad es que vuestro hospital es un ejemplo de buenas prácticas y el espejo en el que deberían mirarse otros centros para mejorar. A ver si se ponen las pilas.
EliminarQue fuerte me parece! Mi hijo tuvo bronquiolitis a los 15 días...menos mal que en Denia ingresan a la mamá con el bebé...
ResponderEliminarNatalia Argudo
Natalia:
EliminarEl hospital de Denia también es un ejemplo de buen hacer y de defensa de la lactancia, pero también de empatía de todo el equipo de pediatría hacia los padres. Buena prueba de ello son las reacciones que ha habido frente al despido de José María Paricio.
Un saludo.
Joder, casi lloro, qué impotencia y qué humillación debió sentir una madre, que da pecho de forma muy consciente e informada, con experiencia previa y sin querer revasar los derechos que le corresponden.
ResponderEliminarLo mínimo que se les puede pedir es que respeten, porque "las locas de la teta" estaremos muy locas, pero de amor por nuestros hijos, y sólo pedimos que se nos atienda de forma respetuosa, pero ya estamos en lo de siempre, que molestamos porque no quieren actualizarse!
Voy a promoverlo por facebook y twitter!! gracias eloisa!
Estanjana cc, a mi es que me pasó lo mismo. No daba crédito a lo que estaba leyendo. Ya no por la lactancia, sino por la humillación y acoso al que sometieron a esa madre, ninguneando las necesidades del pequeño. ¡¡¡Gracias por difundirlo!!!
EliminarHay que ser muy hijo de puta ( así, tal cual ) para hacer una cosa así...Yo soy enfermera y no se me ocurriría nunca tratar así a los familiares... Yo creo que tendríamos que enviar todos cartas de queja al susodicho hospital, dejandoles claro que somos unas locas de la teta y que no dejamos que nadies nos pise, que no toleramos que no se respete nuestros derechos como padres ni que se nos menosprecie por saber más que ello.
ResponderEliminarChusma, eso es lo que son
Lo mejor es que esto es una carta y muy bien escrita al hospital. Cuanta más repercusión tenga esto más difícil les será seguir en su inercia sin hacer cambios. Mmmmm, Chusma, sí, esa palabra los define muy bien.
EliminarNo conocía la histora...por favor, que pena me ha dado!
ResponderEliminarPrincesa Fol, yo es que me imagino al pobre bebé separado así de su madre y si empatizo con el sufrimiento de la mamá, que es una adulta y capaz de racionalizar, no puedo imaginarme lo que sufrió ese bebé durante la hospitalización. ¡Qué rabia que haya gente tan fría y necia!
EliminarDe piedra me he quedado! y eso que el hospital se supone que es de lo mejorcito de Córdoba! Vaya telaaaaaaaaaaaaaa, qué vergüenza.
ResponderEliminarLo que sigo sin entender es pq a día de hoy se sigue describiendo a la madre que da el pecho como "loca de la teta" y cosas parecidas, porque si hago algo que recomienda la AEP, AAP, la OMS, soy una obsesa! De verdad que no me entra en la cabeza!
H*, pues si es de lo mejorcito de Córdoba, no me puedo llegar a imaginar cómo será lo peor.
EliminarEn fin, en cuanto a la reacción de estos profesionales, ya sabes, cualquier cosa con tan de no dar su brazo a torcer y tener siempre la razón, aunque sus conocimientos sean los de hace 40 años.
No es de lo mejorcito... Es simplemente de los de pago y por eso se cree que es mejor, porque tienes habitación para ti sola y to lo demás pero en tema de partos, bebés y demás no cambio Reina Sofía por ellos... Y eso que aún les queda también mucho respeto al parto respetado que aprender, en tema neonatos (por suerte) no lo he vivido y no sé cómo funciona.
EliminarEs triste que una ciudad como Córdoba con tan buenos profesional médicos en muchos sectores, incluso algunos de los mejores de España en varios de ellos sigamos siendo de las que van por la cola en estos temas...
He leído la carta entre lágrimas. Algo parecido nos pasó a nosotras, con contestaciones incluídas (salvo que nadie puedo llamrnos radicales de la teta, porque directamente nos anularon la lactancia, pero todo lo demás...)
ResponderEliminarOs robaron la lactancia. Es muy fuerte, porque es un robo, una situación silenciosa que estoy segura de que sufren cientos de madres. Nos enteramos cuando hay una mamá guerrera y bien informada que lucha por sus derechos, y aún así consiguen anularla... Parafraseando a Epen, "la lactancia es nuestra, que nos la devuelvan". Un abrazo.
EliminarEs increible que sigan pasando estas cosas, algunos profesionales de la salud de verdad no sé de donde sacan esa prepotencia. Ojalá difundiendo estas cosas se ayude a que ésta sea la última.
ResponderEliminarOjalá ayudemos, lamamadeunabruja, ojalá... Yo siento que es lo mínimo que puedo hacer para contribuir a la causa de estos papis y de todos los que pasen por esa unidad de neonatos y reciban el mismo tratamiento, ya se con lactancia materna, con lactancia artificial o con lactancia mixta.
Eliminar"Locas de la teta"... pues ellos ¿que son? ¿la "secta de la bata blanca"? ¿los "acólitos de la gilipollez"? ¿los "ufanos de su ignorancia"? ¿los "adoradores del protocolo"? ¿los "soberbios hasta la nausea"? ¿los "memos de las etiquetas"?
ResponderEliminarMenos mál que cada vez somos más las locas y cada vez menos los déspotas con fonendoscopio.
Sí, Patricia, es que a mi me remueve las entrañas leer estas cosas... Destilan prepotencia por los cuatro costados. Yo creo que si pusieran una asignatura de "humildad" en las carreras sanitarias, habría muchos que no se sacarían el título ni repitiéndola diez veces :(
EliminarYo habría pedido un traslado directamente al Reina Sofía, aunque allí tambien hay alguna prenda... que cuando nació mi bebé tuve que aguantar algunas de estas, suerte que una pediatra que si que entendía del tema, y de verdad, me ayudo, enseñando a la enfermerita de turno lo que es tener leche... cuando me apreto el pezon salio un chorro de leche que le lleno la bata a la pobre pediatra...
ResponderEliminarHay monos en todos sitios...
Sí, en todas partes cuecen habas, pero eso no significa que no podamos rebelarnos, gritar y expresar toda la rabia que sentimos ante estas situaciones y ante la indefensión que sufren muchas madres y padres en el sistema sanitario actual.
EliminarLos profesionales de la salud necesitan un reciclaje urgente. Se les olvida que no somos objetos sino seres humanos y que cuando vamos a un hospital es por enfermedad...no por gusto. Me ha recordado el primer ingreso de mi hija, después del cual les dediqué el post "enfermeras carniceras" porque hay buenos profesionales pero también los hay terribles!
ResponderEliminarPues sí, Marián, no creo que nadie vaya al hospital por gusto. Lo que no entiendo es que si les gusta tratar con objetos, ¿por qué no se hacen barrenderos o carteros? En fin...
Eliminarmuerta me quedo
ResponderEliminarEs como para quedarse muerta, Raquel. :-(
EliminarEs una vergüenza.
ResponderEliminarSí, pero estoy segura de que esos doctores y enfermeras duremen con la conciencia muy tranquila por las noches. ¿Tienen hijos? ¿Los tratan igual? ¿Cómo les gustaría a ellos que los trataran en caso de ser pacientes? Si yo a muchos sanitarios que conozco son los primeros que recurren al "yo soy enfermera", "yo soy pediatra", "yo soy auxiliar" para obtener un trato de favor.
EliminarQ triste!!!!! Pero la dura realidad es q esto ocurre en muchos hospitales de España, y uno de ellos es el Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Lo se por experiencia propia, mi hijo fue ingresado con 9 días por bronquilitis, y me ocurrió lo mismo... La información sobre la lactancia maternas es nula, y he visto como se han cargado muchas lactancias........
ResponderEliminarSí, es una lástima pero la negligencia, el "despotismo ilustrado" y la falta de empatía no son patrimonio único de el hospital cordobés que hoy nos ocupa. siento mucho lo que pasásteis Esther y espero que lográrais superarlo. Un saludo.
EliminarLo leí ayer en FB... lo que nunca va a dejar de sorprenderme es la bruteza del personal de salud, que decide trabajar con gente enferma. Si no pueden ser empáticos con el que sufre, qué los lleva a estar ahí? Perdón, pero me parece sadismo... No lo puedo entender.
ResponderEliminarSe me ponen los pelos de punta. Me imagino en esa situación y me crea una impotencia y un cabreo...
ResponderEliminarEs lamentable. Ya no les basta con que el protocolo vaya en contra de la relación madre-bebe y de la lactancia materna sino que además se dedican a faltar el respeto y a demostrar su prepotencia e ignorancia.
Basta ya!
Sí, lo que decía antes, Carol, es "despotismo ilustrado", eso de "todo para el paciente pero sin el paciente"... En fin, a ver si se democratiza de una vez por todas la asistencia sanitaria.
EliminarMe he quedado sin palabras y me llena de espanto el mero hecho de pensar que algunos profesionales puedan ser tan hipócritas de aparentar ser pro lactancia para luego insultar vilmente a las madres y desvalorar por completo el papel que tienen los grupos de lactancia materna, para lo que casualmente, existe evidencia científica al respecto.
ResponderEliminarAnimo a cualquier madre que haya recibido un trato similar a que denuncie su situación, porque de otra forma no es posible cambiar el mundo.
Sí, Gema, si sobre el papel todo el mundo es pro-lactancia, porque hoy en día nadie con dos dedos de frente puede ser pro-biberón, y menos en el ámbito sanitario donde deberían basar su atención en la evidencia científica que no hace más que acumular estudios y documentos sobre las bondades de la lactancia materna. Pero en el fondo, a la hora de la verdad, todo se queda en papel mojado y vuelven a sus prejuicios de siempre. Una lástima.
EliminarNo dot credito,Que orgullosos todos,que poca humildad para comprender que a lo mejor existen otras cosas,complementarias para el mismo fin,la recuperación total de Víctor.
ResponderEliminarMi hijo en ,29 meses no sabe lo q es estar malo, pese haberlo estado los padres y yo creo q es por la lactancia,el apego.....
Suerte y ánimo,no estáis solos
Seguro que esos papis están encantados de contar con vuestro apoyo. Y enhorabuena por ese hijo sanota y por vuestra lactancia y por criarle, sobre todo, con cariño. Un saludo.
EliminarBuf....
ResponderEliminarTremenda historia, qué triste y vaya desesperación y humillación para esos padres. La verdad es que muchos por tener un título se creen Dios, y es vergonzoso. Yo también difundo.
ResponderEliminarGracias, gracias, mil veces gracias...
ResponderEliminarQuería pedirte un último favor. Me han aconsejado que no ponga nombres hasta que no les llegue la carta a ellos, por eso los he borrado del documento de Google, ¿te importaría borrarlos? Los de ellos y los nuestros.
Y de nuevo gracias, gracias por los comentarios de apoyo. Todo ha pasado y ya no vamos a volver allí más, pero que se difunda, esto no puede quedar así.
Muchos besos.
Uffff hace demasiado tiempo, gracias a Dios, que no escribía yo de estos temas, pero es que me he visto taaaan reflejada que he podido sentir la indignación, la frustración, la indefensión y el temor de esos padres.
ResponderEliminarYo por desgracia pasé por algo parecido, eso si, durante 3 meses y medio porque mi hija nació prematura de 26 semanas y fue el tiempo que tuvimos que estar en el hospital.
Durante ese tiempo y mientras mi hija no podía comer por boca todo fueron facilidades a la lactancia a modo de estractores, biberones para guardar la leche, etc... pero en cuanto mi hija decidió probar la teta, llegaron los conflictos.
En la UCI del Hospital Clínico de Granada también tienen horarios (incluso para niños que ingresen para una noche) y no me facilitaron nada la lactancia a demanda. El método canguro tampoco fue algo fácil. De echo, tuvimos que pedirlo nosotros y aguantar caras largas de las enfermeras, que por supuesto me pasé por "el arco del triunfo" mientras estuvera con mi hija.
Lo peor llegó en la Unidad de Neonatos donde, supuestamente, tendríamos más contacto con nuestra hija (eso es en la teoría, en la práctica hay horarios para las tomas, para el café de las enfermeras, para la limpieza...) y se facilitaría la lactancia materna a demanda. Si por "a demanda" entendemos 9-12-15-18-21 si, la lactancia era posible, eso sí, sabiendo lo que toma el bebé en cada toma (que a mí debe ser que el día que repartieron el medidor de teta se me olvidó ponerme a la cola porque no tengo, que cosas!) y si no se coge al pecho (algo totalmente normal cuando tu bebe pesa 1.500 grms y ha tenido sonda nasogástrica desde que nació) biberón!! Y sin rechistar eh! que aquí hemos hecho cursos de lactancia y todo.
Por la noche chupete con sacarosa, si, con sacarosa! para que duerma bien y se "entretenga" para dormir.
A todo esto, a mí un día me pilló que un cable se me soltó y me puse a voz en grito en los alrededores del hospital, mi marido, santo donde los haya, habló con las enfermeras y lo enviaron con buena cara y mala leche interna a ver a la pediatra de turno, que por suerte era una estudiante pro-lactania que me dió sabios consejos del tipo "haz lo que te de la gana, mientras dices si buana" y fue lo que hice. Ir discreta y sibilinamente pasando de los dictámenes de las enfermeras del "campamento militar" hasta que pude salir de allí.
Mi hija ha conseguido mantener la teta pero a costa de peleas y mucho esfuerzo. No ha tomado lactancia exclusiva más de unos 3 o 4 meses y, aunque hoy con 15 meses aún toma teta, no me siento especialmente orgullosa. Espero que las cosas cambien y desde aquí todo mi apoyo a esos papás.
Es demasiada ignorancia de parte de estos pseudos profesionales... hay que alzar la voz y no dejar q esto quede en el olvido!
ResponderEliminarQue escalofríos por favor! Yo me imagino a esa madre sin su hijo y a ese hijo sin su madre y se me sueltan las lágrimas! No podemos seguir así! Basta ya de ignorantes licenciados en medicina y en enfermería!
ResponderEliminarMe he quedado sin palabras.... que horror.. que bueno que lo difundan... Me uno a Sarai: Basta ya de ignorantes licenciados en medicina y en enfermería!
ResponderEliminarMuchas gracias sobre todo a M y a D por hacer lo que todo el mundo tendria que hacer en estos casos: aclarar la situacion y demostrar con argumentos porque no llevan la razon. Todavia me arrepiento de no haber escrito una carta como esta despues de mi primer parto. Espero que funcione, que levante ampollas y que de esa manera otros bebes saquen algo positivo de la mala experiencia.
ResponderEliminarUn supersaludo
Gracias de nuevo, Eloísa.
ResponderEliminarMe he alegrado mucho de leer comenarios de muchas mamis blogueras que sigo. Y por supuesto, los de todas las demás. Somos muchas y nos oirán aunque se tapen los oídos. ¡GRACIAS!
tienes un regalo en mi casita virtual. Felicidades!
ResponderEliminar¡Qué pena! ¡Qué impotencia! y, sobre todo, ¡qué incultos y atrasados son en ese hospital.
ResponderEliminarMe pongo en el lugar de la madre y no puedo remediar que se me salten las lágrimas. A mi hija la ingresaron por ictericia cuando tenía una semanita en el Hospital de Laredo (Cantabria) donde nació y a mí me pusieron una cama al lado de la sala de incubadoras para que descansase entre toma y toma(tuve un enbarazo muy malo, tenía muchos puntos, cansada, llorona, etc) y a mi marido le dejaron quedarse con ella en la sala donde estaba la incubadora. Un trato inmejorable.
Una vergüenza lo que le ha pasado a esa madre.
Con esta indignación se me ha olvidado decir que nos unimos a vuestro blog porque es muy interesante.
¡Un abrazo a todos!
Gracias de nuevo. Tengo que decir que he recibido una llamada de la subdirectora del hospital para pedirnos disculpas por lo sucedido. Ojalá nadie más tenga que pasar por eso.
ResponderEliminar:)
A mi me ocurrió algo parecido en el año 2009, pero en el Hospital Reina Sofia de Córdoba, mi hija tenía 9 días cuando tuvieron que ingresarla para hacerle estudio por paradas respiratorias, fue la semana más larga de mi vida, también me dejaban pasar cada 3 horas, por la noche no dejaban pasar, con lo que me extraía la leche para que se la diesen y la mayoría de los días le daban biberón con leche de fórmula, para decirme después que con tanto/a niño/a era normal que se confundieran, y para colmo una de las mañanas que entramos mi marido y yo (la penúltima concretamente) habían cambiado la pulserita del tobillo de nuestra niña con la de otra y nos dieron una bebé que no era la nuestra, pero se parecía muchísimo, menos mal que no tardamos ni 5 minutos en darnos cuenta, la respuesta de la enfermera y de la auxiliar fue que se le habrían caído al lavarlas y se las habrían cambiado por error. Al principio nos respondieron con aire chulesco, pero cuando les dijimos que íbamos a poner una hoja de reclamaciones se pusieron muy nerviosas y nos pidieron disculpas. Por desgracia no tomamos represalias, pero mi marido se arrepiente de ello.
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