Mi Pequeña Flor:
En estos días deberías haber nacido. Hace apenas 8 meses que una rayita positiva en un test nos daba la buena noticia y ya te empezábamos a soñar, a sentir, a esperar y, sobre todo, a amar... Ya casi ni puedo recordar esos días de estrés, y de algún que otro desengaño, que fueron borrados de un plumazo por un pequeño garabato tan lleno de significado.
Entraste por la puerta grande en esta familia y aquí te quedarás para siempre. Nuestra Pequeña Flor que ya habita en su estrella lejana, acompañándonos más allá del tiempo y del espacio. En el transcurrir de estos últimos cuatro meses hubiera pensado que la herida se habría cerrado, pero está abierta y duele como el primer día. Duele como en el mismo momento en que nos enteramos de que no te íbamos a conocer y como en ese otro en el que nos dimos cuenta de todo lo que ello implicaba y significaba.
Habrá quien diga que viniste para enseñarnos, para ayudarnos a crecer como personas y como familia... Y no pongo en duda que tu fugaz estancia con nosotros nos ha cambiado profundamente... pero me niego a pensar que viniste para eso... Viniste para vivir, para crecer en mi vientre, nutrirte en mi regazo, jugar con tus hermanos, ser acunada por tu padre y convertirte en esa parte que venía a completar el equilibrio familiar que buscábamos.
Viniste porque eras amada y deseada incluso antes de ser concebida... Y buscar otra razón a tu llegada y a tu inevitable marcha no ayuda a curar las heridas o a hacerlas más llevaderas.
Viniste porque te abrimos las puertas de nuestro cuerpo y de nuestro corazón y no puedo dejar de pensar que tú te merecías mucho más: poder ver y sentir la luz del sol, poder respirar, poder mirarnos a los ojos y perdernos la una en la otra, conocer a tu padre y sentir sus caricias en tu propia piel, escuchar la palabras cálidas y tiernas de tus hermanos.
Me consuela pensar que tuviste una muerte dulce, arropada por mi cuerpo, querida hasta el último instante. Sí, me consuela, pero no por ello deja de doler. No por ello puedo dejar de pensar que ahora podrías estar aquí en carne y latidos y no solo en pensamiento. Y quizás eso es peor tragedia, porque no dejo de imaginar toda la potencialidad que encerraba tu pequeño cuerpecito, el color del que hubieran sido tus ojos, cómo hubiera sido tu voz o qué te hubiera gustado ser de mayor.
Te quiero hija mía. Te echo de menos. Siempre te querré.
Un beso, y un abrazo muy fuerte, Elo... después de leerte, no me salen las palabras.
ResponderEliminarMucha fuerza Elo. Vienen meses difíciles para vosotros. Vendrán fechas señaladas, primeros cumpleaños sin vuestra Pequeña Flor, primeras vacaciones, primeras navidades... Os envío mis brazos virtuales para abrazaros y daros más calor y más fuerza. Un beso
ResponderEliminarUn abrazo tan fuerte como puedas sentirlo e imaginarlo.
ResponderEliminarMARÍA
Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarQué orgullosa se siente tu pequeña flor al sentir que su madre alberga tanto amor...
ResponderEliminarUn abrazo muy sentido, Elo. Un pensamiento amoroso para tu Pequeña Flor.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte Elo, con todo el corazón.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
ResponderEliminarJusto llevaba unos días acordándome de ti y pensando que te tenía que escribir a ver que tal estabas....Tiene razón "mamá osa", la fecha en la que tendría que haber nacido, la fecha en que nació y marchó, las primeras navidades....son días especialmente difíciles de sobrellevar. Aunque todos los días de tu vida te acordarás de ella, más bien estará presente en cada momento. Pero también es cierto que el dolor desgarrador que sientes ahora se va dulcificando.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Ninguno de nosotros podemos imaginar lo desgarrador de tu dolor, el vacío que debes sentir. Pero de lo que sí estoy segura es de que tu pequeña desde algún lugar, te siente, te escucha, siente tu amor y el de toda tu familia; y, por supuesto, tú sientes el suyo....Ánimo y fuerza....
ResponderEliminarun abrazo y un beso muy fuertes
ResponderEliminarUn abrazo enorme para vosotros y uno con el alma a la pequeña flor.
ResponderEliminarNo tengo palabras, solo puedo darte mi consuelo y mi apoyo virtual.Mucha fuerza para seguir adelante!
ResponderEliminarMuchas gracias a todas por dejar aquí constancia de vuestro apoyo. Son palabras que agradezco infinito y que contribuyen a allanar un poco este camino tan difícil.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eloisa de verdad que lo siento muchisimo, solo decirte que me encantaria darte un abrazo de oso, "de los que curan todo todo", como dice mi pequeña ;p
ResponderEliminarUn abrazo enorme guapa!!!!
Cuánto amor he podido sentir leyendo tus palabras. Te mando un fuerte abrazo (aunque no nos conozcamos, aunque esta sea la primera vez que entro en tu blog).
ResponderEliminarMucho ánimo guapa!! Besotes fuertes
ResponderEliminarUn abrazo enorme Eloísa, siempre me emociono con tus textos, pero esta vez de forma especial, ánimo preciosa !
ResponderEliminarHola Elo, yo seguí tu historia allá por enero y febrero. Y me conmovió mucho, porque antes de que yo naciera, mi mamá tuvo otra niñita, mi hermana mayor, quien vivió solo unas horas por complicaciones en el parto. Desde que soy mamá, he pensado más y más en su historia, y en cómo me hubiera gustado tener una hermana mayor y no haber sido criada hija única. Mi papá falleció hace casi un mes y me imagino que ahora están juntos. Hay cosas que nunca podremos comprender. Te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDiana
Mucho ánimo Eloisa,es la primera vez que leo tu blog y me has conmovido como madre y como persona,te mando todos mis mejores deseos.
ResponderEliminarCon lágrimas en los ojos y el corazón conmovido por tus palabras. Tu pequeña siempre estará presente. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarLlego algo tarde, pero te mando un abrazo muy fuerte Eloisa. Me pasó lo mismo y lo único que hice fue darle tiempo y hablar, hablar y no dejar de hablar. Está claro que no te olvidas nunca del bebé que se fue, sobre todo, como dicen las compañeras, en fechas señaladas. Y no hay 'peros' para luego hacerte sentir mejor. Es así. Ahora, unos años más tarde, siempre recuerdo, pero también pienso en el bebé que sí consiguió llegar y que crea tanta felicidad.
ResponderEliminarFuerza.
Hola, Eloísa entiendo tu dolor también mi bebita se quedo dormidita para siempre dentro de mi vientre, cuando nació no pude mirarme en sus ojos y hubiera dado todo por que ella sintiera la calidez de mis brazos. El dolor te hará mas fuerte para seguir cada día. Recibe un abrazo
ResponderEliminarAcabo de encontrar tu blog, y me encanta, en este post no puedo dejar de llorar,has puesto voz a todo lo que yo le digo a mi hija, ella si nació y esta conmigo, pero tiene una lesión cerebral severa, se lo que es vivir ese duelo por un hijo no nacido, la mía si nació, pero no era la niña imaginada durante los 9 meses,
ResponderEliminarAcabo de encontrar tu blog, y me encanta, en este post no puedo dejar de llorar,has puesto voz a todo lo que yo le digo a mi hija, ella si nació y esta conmigo, pero tiene una lesión cerebral severa, se lo que es vivir ese duelo por un hijo no nacido, la mía si nació, pero no era la niña imaginada durante los 9 meses,
ResponderEliminar