Páginas

jueves, 6 de marzo de 2014

Síndrome de la asesora de lactancia

Una foto muy especial, salida del objetivo
de Rebeca López, de Kisikosas.
Síndrome de la asesora de lactancia: dícese de cuando una madre asesora de lactancia es experta en diagnosticar problemas de lactancia en otras mujeres, y en darles tanto apoyo moral como opciones para resolverlos, y en cambio no es capaz de ver o diagnosticar los problemas en su propia lactancia.

Hasta ahora siempre me había enfrentado a este fenómeno en cabeza ajena... Es decir, yo era la asesora que ayudaba a otras compañeras a descubrir algún problema o sugiriendo opciones que no se habían planteado por si mismas... Y asumiendo que para analizar una situación delicada o problemática siempre hay que tomar una distancia, física y emocional, no entendía demasiado bien por qué no podían ver por si mismas lo que para mí resultaba evidente a simple vista.

Pero no hay más lección de humildad que vivir el proceso en tus propias carnes. Y con el nacimiento de Erik he tenido oportunidad de vivir el síndorme de la asesora de lactancia con gran intensidad. Vamos, que es de estas veces que el destino te hace un "zas, en toda la boca" de libro. Y es que no hay como un hijo para desmontarte todas las expectativas del mundo.

Nada más nacer me pusieron a Erik encima en piel con piel... durante unos cinco minutos y enseguida se lo llevaron. La separación cero que promulga Nils Bergman (que de eso os hablaré otro día) no se cumplió en nuestro caso, pero era justificado porque había sospecha de ciertas patologías en el bebé que había que confirmar o descartar cuanto antes.

Lo bueno es que todo esto pasó en un hospital, el 12 de octubre, donde las unidades de neonatos son de puertas abiertas las 24 horas para padres... Lo malo es que, aunque yo no estaba en ninguna "reanimación" o similar, no me "dejaban" ir a ver al peque hasta que me subieran a planta y allí me dieran el OK. Entre unas cosas y otras se me pasaron tres horas, en las que cada poro de mi piel me pedía estar con mi bebé y ni una sola neurona se encargó de recordarme que lo mejor mientras esperaba era empezar a extraerme leche para dar a mis pechos la estimulación que el bebé no estaba haciendo directamente.

Cuando por fin nos reunimos, Erik estaba ya en la fase "bello durmiente" y apenas se enganchó al pecho... Y yo de nuevo tenía las neuronas plácidamente también en fase "bellas durmientes" y tampoco pensé en extraerme. Sí pensé en ponerlo en piel con piel, pero estábamos en una incómoda silla, al lado de una puerta, en un sitio con bastantes corrientes y con poca tranquilidad e intimidad. No era el ambiente idóneo para un encuentro, pero el subidón del estar juntos lo compensó todo.

Esa noche tuvieron que ingresar al peque de nuevo en neonatos, con tan mala suerte que nos tocó la enfermera nazi que nos prohibió el acceso a la zona de "transición" donde estaba Erik y se inventó que estaba "nauseoso" para negarnos bajar a "la toma de las tres" y tener la condescendencia de permitirnos ver a nuestro bebé en "la toma de las seis". Y de nuevo, en ningún momento la extracción se me pasó por la cabeza.

Entre tanto, mi peque tuvo que enfrentarse en solitario a varias pruebas y pinchazos que, entre unas cosas y otras, llevaron a la situación del día siguiente: Erik rechazaba el pecho. Había poco calostro, el pecho apenas había estado estimulado (en 24 horas solo mamó entre las ocho de la tarde y las 12 de la noche a demanda y una toma más a las seis de la mañana) y Erik terminaba sacando todas las frustraciones y llantos del día cuando estaba en la teta.

Al tercer día de vida de Erik (segundo
día de extracción intensiva) ya conseguía
sacar algo menos de 20 ml de calostro
entre ambos pechos.
A última hora de nuestra segunda tarde parece que las neuronas empezaron a funcionar de nuevo y se me ocurrió preguntar por un extractor. También cabe decir que, en todo este tiempo, nadie me lo ofreció, ni me aconsejó extraerme, ni me dio un buen consejo al respecto... aparte de la consabida pregunta de "¿Tienes leche?", que uno consideraría proscrita en un hospital IHAN,

Y ahí estábamos al día siguiente; mientras José Mª Paricio-Talayeron daba una charla sobre bebés que rechazan el pecho, yo estaba viviendo en mis carnes de madre puérpera la crudeza de la situación en la que tu bebé se pone a llorar como si le estuvieras matando con solo acercarle al pecho... ¡¡¡Si hasta podrían haberse acercado al hospital a hacer el caso práctico con nosotros!!!

En fin, que, una vez la neurona empezó a funcionar, terminamos dando con nuestra propia solución: estimular todo lo posible la producción con extracción en sacaleches y usar el calostro extraido (5 0 10 ml a lo sumo) para dárselo en jeringuilla antes de volverle a poner al pecho. Darle un suplemento de leche extraída era la única manera de volverle a poner en modo "cooperativo" después de iniciar una de sus "peleas con el pecho".

Y, con las neuronas ya puestas al 100%, se me ocurrió aprovechar lo que no quería ya del suplemento para (usando la jeringuilla con sonda que empleaban para extraer la leche del biberón usado en el extractor) introducir la sonda por la boca mientras estaba en el pecho e ir inyectando pequeñas cantidades cuando él dejaba de mamar. Haciendo esto, pensaba yo, conseguía que comiera satisfactoriamente de nuevo al pecho y que la experiencia fuera positiva. ¡¡¡Y funcionó!!! Además, unas 24 horas después, y supongo que gracias a toda la extracción y a que la maquinaria del cuerpo se puso a funcionar de nuevo, tuve una gran subida de leche y Erik comió como un campeón.
Primero le suplementaba con la jeringuilla
(sin sonda) y luego ya aceptaba mamar al
pecho. Yo introducía la sonda por la comisura
del labio e iba inyectanto pequeñas cantidades
para animarle a mamar (de manera similar a lo
que se consigue con la compresión mamaria).

Tuvimos algún pequeño bache después (aunque ahí yo dudo de si fue bache o que el peque estaba molesto, incómodo o le dolía algo) y lo solucionamos de nuevo a base de extracción, después de las tomas, para incrementar la producción.

Y bueno, esta experiencia me ha enseñado bastantes cosas:
  • Que el síndrome de la asesora de lactancia existe porque cuando estás centrada en tu puerperio y en tu bebé es imposible tener una actitud analítica e incluso lo más evidente ni se pasa por tu cabeza. Yo he aconsejado a decenas de madres que se empezaran a extraer cuanto antes si las separaban de sus bebés y yo no fui capaz de verlo y hacerlo por mi misma.
  • Que el síndrome de la asesora de lactancia es doblemente doloroso. Cuando tienes problemas en tu lactancia y eres una supuesta "experta" en lactancia, resulta doblemente frustrante verte impotente ante todos los problemas que van surgiendo.
  • Que el hecho de dar a luz en un hospital IHAN no garantiza que vayas a tener un buen asesoramiento en lactancia y que, a pesar de la formación, entre el personal de estos hospitales persisten muchos mitos y errores al respecto.
  • Que toda la confianza del mundo no es suficiente cuando existe un problema.

15 comentarios:

  1. Fuiste emociones, más que cabeza. Esta bien.
    Va a ser una lactancia exitosa.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Mucho ánimo y que consigas una lactancia exitosa. En momentos con una gran carga emocional, la mente se nubla y no nos deja pensar con claridad. Aún así, creo que reaccionaste a tiempo y pudiste enderezar la situación, enhorabuena!

    ResponderEliminar
  3. Enhorabuena por tu niño. Me parece vergonzoso que en un hospital como el 12 de octubre con una UCI en teoría de puertas abiertas, al final no puedas estar con tu bebé, te presionen, te prohiban, no te ofrezcan ni un mínimo de comodidad para estar con él, ni un triste sacaleches... Me recuerda a mi historia con mi primer hijo, yo acabé sacándome calostro manualmente... mientras las gotitas caían en un kleenex! :-(

    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Hola Elo,
    No sabes cuánto me alegro de que todo haya salido bien! Tanto tú, como tu peque como la lactancia. Con respecto al 12 de Octubre, a mí me ocurrió lo mismo: ni IHAN, ni nada de nada. A los dos días mi pequeña candela estaba hambrienta y allí no me ayudaba nadie: incluso para hacerle una ecografía por un soplo que tenía -y afortunadamente ya no tiene- le ieron micostatin para que se callara, así, por que sí. Reclamé y tras dos reclamaciones y sendas entrevistas con jefas de departamento del centro conseguí que me dieran la azón por escrito, pero por lo que veo las eclamaciones no sirven de mucho, porque sigue igual. Un besote wapa, y a disfrutar de tus peques

    ResponderEliminar
  5. Ay linda! Yo le llamaba el colmo de la asesora, en plan aquellos chistes que corrían cuando éramos peques...
    Lo más fuerte de todo es que con mi Èric, que aún no había siquiera pisado un grupo de apoyo, como ya me sabía los problemas que tuve con el mayor y cómo solucionarlos, lo hice muy bien, para lo que sabía, aunque enseguida tuve que asistir a un grupo por grietas, reynaud....

    En cambio recién estrenado el "título" de asesora, con experiencia de dos lactancias, más toda la experiencia previa como madre..... con Aina me pasó como a ti, no supe asesorarme a mí misma y tuvimos un parto maravilloso y un inicio de lactancia terrible.

    Estas experiencias nos hacen mejores asesoras, podemos comprender a esas madres que "no nos han hecho caso" en los consejos recibidos. Puérperas somos muy frágiles, centradas en otros asuntos y nuestro "conocimiento" no fluye víctima del cóctel hormonal de la mamífera recién parida.

    Muchos besos Elo, para ti y tu preciosa familia.

    Jemina

    ResponderEliminar
  6. La propia experiencia es hasta inclyso diferenre de un hijo a otro,en mi primer parto ,tres meses di el pecho a mi bebe,victima del cansancio y las dudas, me costo una depresion y pastillas para retirar la leche,con mi aegundo hijo ,mi niña cinco años de lactancia exclusiva los primeros seis meses,mi hija no probó un biberon ,me quite esa espinita ,y eso q tuve hipertension a la semana de dar a luzy tuve q tomar diureticos ,pero mi matrona , me asesoro . La lactancia materna te llena de amor.....

    ResponderEliminar
  7. Gracias de nuevo por contarnos tu experiencia, Elo. Me ha hecho llorar, porque es lo mismo que pasé yo, ¡¡¡qué recuerdos cuando he visto la foto de la jeringa y la sonda-colibri!!!! Mi pequeña aceptó el pecho, gracias a mi convencimiento de que era lo que queríamos las dos y el apoyo de genté que me ayudó a confiar en mi misma, entre ellas tú, que me enseñaste que hay que escuhar a nuestro hijos y hacer lo que nos dicte nuestro instinto.

    Me alegro de que todo vaya mejor, y si te sirve de consuelo, ahora si que eres una asesora de lactancia con la práctica aprobada con matrícula de honor!!!!

    Enhorabuena por Erik!!!! Ahora a disfrutar de la maternidad.
    Besos grandes.

    ResponderEliminar
  8. Elo!!! Que bien que eres fuerte y no te hundes con esas cosas... Veo a tantas mamis que "les venden la moto" en lugar de ofrecerles un sacaleches. Y es que recién parida una está recién parida, no en un congreso científico ni pendiente de todo lo que ha leído antes de parir. Añádele la revolución hormonal, la falta de apoyo de la familia/amigos (que todos saben cuidar a tu hijo mejor que tú) y el baby blues... ya tienes la ecuación perfecta para coger un bibe.

    Comparto parte de tu historia, la relativa a la formación del personal del hospitan IHAN. El mío (Puerta de Hierro) ofrece una "valiosísima" ayuda a las madres: hay un cartel en la habitación con información sobre la lactancia materna, las que te visitan te dicen que te lo leas y que las dudas si eso ya con la matrona ¿¿??

    Pues eso, que al final todo depende de una misma y de tener a las personas adecuadas dando el soporte adecuado.

    Enhorabuena por tu victoria. Besos!

    ResponderEliminar
  9. Hola Elo, corazón de melón
    Qué bonita foto y que bebé más lindo y que dulzura emana la imagen.
    Pues sí, de ese mal sufrimos todas, yo también lo sufrí, pero llamé a una amiga, que más que asesorarme solo me brindó un cariño especial y fue suficiente. No fue un caso como el tuyo, porque yo tenía a mis niños en esta ocasión conmigo.

    Cómo se nos puede nublar la mente de pronto, ¡eh? Pero al final, lo sacaste.

    No dejes de subestimar la extracción manual. ¿Sirve de algo un sacaleches eléctrico en los primeros tres días? Pues depende de cada mujer, tú lo sabes bien. En cambio las manos siempre van contigo, y son más que eficaces. La extracción precoz de calostro en esas primeras dos horas y seguir sacando sobre una cucharita, quizás te habría aliviado algo, pero ya ves que de una o de otra, lo supiste sacar.

    Besazos

    ResponderEliminar
  10. Elo,
    ¡¡¡Gracias por tus reflexiones y por compartirlas!!!
    ¡¡¡Eres lo más!!! Ya sabes que soy tu fan ;) Un besote

    PD: Que foto preciosa ;)

    ResponderEliminar
  11. Como suelen decir: en casa del herrero, cuchillo de palo . La cosa es que al final todo salió bien con tu esfuerzo. La foto muy bonita. un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Querida Eloisa,
    no sabes lo que lamento tu experiencia.
    Soy una de esas supuestas "expertas en lactancia", te diré que nunca me ha gustado esa expresión pues cada día me doy más cuenta de lo mucho que me falta por aprender.
    Cuando somos madres, somos madres, nada más y nada menos, no hay ningún síndrome de la asesora. Cuando acabamos de ser madres no hay nada más y si nuestro pequeño o pequeña tiene problemas, nuestro corazón puede aún más que nuestra cabeza, lo sé por experiencias también dolorosas.
    Siento mucho no haberte podido ayudar.
    Espero que Erik esté bien.
    Aún con todo, te apuntas al día de la donación de leche, eres estupenda!
    Espero verte y darte un abrazo,



    ResponderEliminar
  13. Lo primero darte la ENHORABUENA por ese pequeñín y decirte q me alegro un montón q todo haya pasado ya y estéis en casa tranquilitos...me recordó tanto a cuando ingresaron a mi pequeñina recién nacida... en el hospital donde yo dí a luz, de poder estar con ella, nada de nada...cada 3 horas como mucho en las tomas y de 0h a 6h sin verla...en fin.

    Por lo demás, no seas tan dura contigo misma, ya sabes el dicho: "en casa del herrero, cuchillo de palo".

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Enhorabuena por tu pequeño, y siento mucho lo que te ocurrió en el 12 de octubre, me parece vergonzoso. Lo importante es que finalmente todo ha salido bien.

    ResponderEliminar
  15. La verdad es que yo tengo que decir que también di a luz en el 12 de octubre y la experiencia del parto y eso estuvo muy bien pero... El tema de la lactancia es otra historia. Te sientes absolutamente sola ante el peligro. Yo estaba bastante ansiosa y eso que todo fue como la seda. Tenía dudas, me molestaba un montón cuando la niña mamaba y nadie me asesoraba de nada... Muy mal. Lo único que hicieron un par de enfermeras fue espachurrarme el pezón, haciéndome un daño horroroso, para ver si salía calostro... Vamos, una delicadeza y un saber hacer que da gusto... Deberían formar muchíiiisimo más al personal en lactancia o generar algún puesto específico que ocupasen las asesoras porque es fundamental. Ante cualquier problema si no estas muy, muy informada peligra tu lactancia. Y además sería bueno para que "todas" las madres contasen con información real y seria.

    En conclusión, si no llega a ser por mi obsesión por leer e informarme previa al parto (entre otras cosas supongo que porque mi madre falleció y no estaba conmigo para apoyarme en ella) y por haber ido a un grupo de lactancia con Vanesa (de multilacta también) y la ayuda que me ofreció, probablemente habría sido un desastre de experiencia y, desde luego, no llevaría dos años y 3 meses casi de lactancia. Así que para mi las asesoras hacéis una labor genial y es un apoyo a todas las madres maravilloso.

    Muchos besos Elo, os deseo que todo os vaya lo mejor posible!!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.